Centro de artes del occidente
En este centro nos presentaron una obra educativa, que nos puede servir
como lección para la vida, ya que nos enseña a que no hay que ser vanidosos o a
creerle a cualquier persona los que nos digan ya que al creerle pueden a
afectar a los demás sin que nosotros no demos cuenta.
La obra es titulada la "El nuevo traje del emperador".
Sus personajes son:
- El
emperador
- El bufón
- El sastre
La obra se trate de que en un pueblo había un emperador muy vanidoso que
solo pensaba en el mismo y en la ropa que debía utilizar.
Un día llego un sastre a hacerle la propuesta al emperador de hacerle un
traje nuevo al el cual solo los tontos no podían ver, el emperador como siempre
le gustaba andar bien vestido acepto.
El sastre le dijo al emperador que necesitaba un lugar para construir una fábrica
para hacerle el vestuario, el emperador sin saber que hacer le pidió al sastre
que le sugerirá el mejor lugar para construirla, el costurero le dijo la parte
que más le convenía a él el emperador acepto sin saber que esa parte que él le había
pedido iba a afectar al pueblo.
El pueblo después de un tiempo se empezó a quejar y a decirle al emperador que
su traje era un fraude, el emperador se molestó y le pidió a su bufón que lo
llevara a la fábrica.
Al llegar a la fábrica le pidió al sastre que le mostrara el traje el
sastre se lo mostro, pero el emperador no pudo ver nada, pero como el costurero
le había dicho que solo los tontos no lo podían ver fingió que lo miraba, el
emperador regreso a su castillo y pidió a su bufón que llamara a un anciano al
que él le tenía mucha confianza para que fuera a ver su traje.
El anciano fue y de igual manera no pudo observar el traje, pero se recordó
que el emperador le había dicho que solo los tontos no lo podían ver de igual
manera que el emperador fingió haberlo visto y regreso al castillo y le conto
al emperador lo que vio.
Llego el día en el que el emperador iba a mostrar su traje al pueblo, y
al salir vio que todas las personas del pueblo se burlaban de él, pero él no
les hizo caso porque pensaba que era envidia la que le tenían, pero las personas
empezaron a criticarlo y fue allí que se dio cuenta que estaba desnudo y
que el sastre le había hecho fraude, pero ya era muy tarde para reclamarle porque
el, el sastre ya había huido y el emperador aprendió una lección.
Kathia Orellana
No hay comentarios:
Publicar un comentario